Victoria de Stefano

Victoria De Stéfano

1 febrero, 2023

Con motivo del reciente fallecimiento de la escritora ítalo-venezolana Victoria de Stéfano, Daniela Tarazona (actual ganadora del premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz) comparte con los lectores de Carátula sus recuerdos sobre una amistad que no conoció ningún tipo de fronteras.


Hubo una vez que estuve en casa de Victoria. Fue durante el último viaje que hice a Caracas con mi madre, en 2008. Ella nació en Caracas, en 1944. A los cuatro años se fue junto con sus hermanos y mi abuela a vivir a Costa Rica y, después, a México. Por azares del destino, Victoria  y yo nos escribimos antes y nos encontramos después, una tarde, en su casa. Yo buscaba historias sobre el poeta Juan Liscano, primo hermano de mi abuelo, a quien apenas conocí. Con Juan Liscano había intercambiado un par de cartas veinte años atrás.

Recuerdo el rostro de Victoria aquella tarde, sus brazos largos descansando en el sillón. La casa hermosa llena de luz. Había leído Lluvia y estuvimos hablando de Clarice Lispector, también de un hermano de mi abuela, el tío Juan, que había sido su vecino. Me dijo que en una novela había descrito a un personaje que guardaba cualidades parecidas a las del tío Juan.

Pasaron los años y seguimos escribiéndonos, de cuando en cuando, a través de Facebook. Estoy segura de que tengo mala memoria. Las remembranzas vienen entre el humo del olvido y se me confunden. Recién vi que le escribí en 2020 preguntándole cómo estaba la situación en Venezuela. Me respondió que el agua escaseaba, que el panorama era horroroso, pero que siempre salían adelante. Que “siempre encontramos cómo salir adelante”, reiteró para rematar.

Si hubiera la manera, pensaría que Victoria era parte de mi familia. Cuando la conocí se me ocurrió imaginar que podría haber sido una hermana de mi madre o una prima de ella. Era como si yo hubiera conocido desde antes el movimiento de su cuerpo, sus gestos, sus ojos.

Apenas hace unos días supe que Victoria había muerto. Habría sido preciso escribirle varias cartas y contarle con detalle algunos acontecimientos. Lo malo de la vida es que su cotidianidad deslumbra y se pierde de vista lo importante, lo que es necesario. Cuando estuve aquella tarde con ella se avivó la esperanza dentro de mí, también la alegría, porque al conversar sentí que era escuchada más allá de mi edad y de los límites de mi madurez y que estaba siendo generosa conmigo. Luego vino la vida y fui ignorante y no tuve tiempo para decirle esto.

Edición 112

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Ciudad de México, 1975.
Autora de El animal sobre la piedra (México, Almadía, 2008 y Argentina, Entropía, 2011). En 2012, publicó su segunda novela El beso de la liebre (Alfaguara), finalista del premio Las Américas (Puerto Rico) en 2013. En 2009 publicó el ensayo Clarice Lispector en la colección Para Entender de Nostra Ediciones. En 2020 dió a conocer el libro Clarice Lispector. La mirada en el jardín, en colaboración con Nuria Mel (Lumen). Su novela más reciente es Isla partida, publicada por Almadía en 2021. Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés y checo. Ha sido becaria del programa Jóvenes Creadores y miembro del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). En 2011, fue reconocida como uno de los 25 secretos literarios de América Latina por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Es la actual ganadora del premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz.