Viejo muere el cine, (Preceptos radicales para practicantes de la cinematografía)
1 febrero, 2011
En esta sección, el editor, ex cineasta de profesión y cinero de afición, aventura preceptos radicales para la recuperación de un cine nuevo, latinoamericano, directo y expresionista.
- Gozarás la pantalla grande por sobre todas las pantallas de plasma, LCD, o cualquier otro tipo de pixeles.
- El celuloide es el material de que están hechas las fantasías.
- El cine es cine y la televisión es televisión; serán parientes pero no hermanos. Filmar en video no exime de los rigores del cine. No es lo mismo Les enfants du Paradis que Corazón Salvaje.
- En el cine lo primero es la tradición cinematográfica, lo segundo la literatura, lo tercero la realidad.
- De cine sólo se aprende viendo.
- La tecnología debe servir para liberarnos de la tecnología, es hora de guardar grúas, dollys y luminarias.
- Una cámara en trípode camina con muletas, una cámara en mano trota con gracia.
- El cine se renueva con errores.
- Los efectos especiales son el opio de Hollywood… y de aquellos que no tienen nada que decir.
- El cine y el sonido se complementan pero también se contraponen. La cámara y la grabadora sostienen un diálogo y una discusión.
- No hay cine mudo, solo existe un público sordo.
- La música es el aire que respira la imagen.
- El montaje sigue siendo el mejor momento para escribir el guión.
- Los actores son para el teatro, el cine se hace con naturalidad.
- Todo plano, escena o secuencia trae intrínseca su duración. Hay planos que son palabras, otro son párrafos.
- El tiempo cinematográfico no se mide con el reloj sino con los latidos del corazón.
- Las películas nacen cuando se enciende el proyector.
- Las buenas películas no tienen final, terminan…
- No existen obras acabadas sino ensayos más o menos presentables (Godard).
- El cine y la taquilla son enemigos a muerte.
Estudia humanidades en la Universidad Centro Americana (UCA), Managua, y arquitectura en The Catholic University of America, Washington D.C.
Publica cuentos y poemas en suplementos literarios desde 1970. En la insurrección (1978-79) es integrante de la Brigada Cinematográfica que recoge, en cine y fotografía, la guerra contra Somoza.
Durante los 80’s es cofundador y director del Instituto Nicaragüense de Cine (INCINE), y miembro fundador de la Fundación del Nuevo Cine Latino Americano. Realiza documentales y películas de ficción que obtienen reconocimientos en festivales internacionales.
Ha publicado un libro de cuentos, Nadie de Importancia(1984), y su primera novela, Así en la tierra, es finalista del premio Ateneo de Sevilla 2007.
Es editor de Cine de Carátula.