Vigilia permanente. Roberto Díaz Castillo
1 agosto, 2011
Tras leer La nube y el reloj de Cardoza y Aragón, Roberto Díaz Castillo soñaba con escribir como él. A la altura de una de las mayores composiciones de sir John Winston Lennon, hay que decirlo de entrada y en mucho menos de una línea: “The dream is over”. Aquel sueño de Roberto Díaz Castillo llegó a su fin. Aquel sueño es hoy una constatación estética línea por línea y cuartilla tras cuartilla.
Una presencia estética que transcurre como holograma en Vigilia permanente, en cuyas 207 páginas Roberto Díaz Castillo nos reconfirma, a la manera del filósofo español Luis Racionero, que:
El estilo es la música interior –conceptual y fonética– de la frase, que se consigue por cadencia, ritmo, aliteración, homofonía y resonancias interiores, ese juego de espejos y reflejos entre ideas y palabras que se modifican unas a otras por alusión, evocación, asociación e incluso por similitud de sonidos.
Cuando se habla de una obra de Roberto Díaz Castillo, de Vigilia permanente o de sus libros anteriores, hablamos de un estilo, del estilo de Díaz Castillo, de su estilo (despistados correctores del mundo: pongan esas dos palabras en VERSALITAS, itálicas y bold: SU ESTILO).
Así de aterciopelado es el asunto.
A partir de esa acumulación de brújulas de alta precisión, sólo un humanista como Roberto Díaz Castillo tiene la capacidad de preguntarse y preguntarnos a estas alturas si será éste el siglo de las luces de Karl Marx, luego de visitar su tumba londinense en duros días de exilio que, por lo menos a Roberto, no le hicieron perder la esperanza, ni la fe ni los sueños.
Sólo alguien esencialmente noble como Roberto Díaz Castillo puede estar de pie frente a un granado y preguntarle al granado ¿por qué hay una sola granada en tu espesura?
Sólo un ser afable como Roberto Díaz Castillo puede preguntarse y preguntarnos ¿cuándo el arrebato de un cataclismo? ¿Volverá? ¿Volverá el alba?
Sólo un creador como Roberto Díaz Castillo puede preguntarse y preguntarnos ¿Es el xocomil de Atitlán el mismo viento del Mar de Galilea, el mismo viento que a decir del Apóstol Mateo desató aquella tempestad calmada por Jesucristo con su santo poder?
Sólo un amigo de a de veras, de los de antes, como Roberto puede interrogarse e interrogarnos ¿Dónde quedarían los poemas que (Antonio Fernández Izaguirre) dejó en la sierra durante sus andanzas de comandante guerrillero?
Sólo un humanista de tiempo completo como Roberto puede dirigirse a su hijo en términos como éstos: “Camilo: ayuda a que sea cierto el sueño del poeta, que florezca la nueva primavera y reparte con él las flores, el aroma, los frutos, el aire de mañana”.
Con “la osadía de escribir cuando ya todo parece dicho, y bien dicho”, sólo alguien como Roberto, sin reservas y sin desdecirse se asevera y nos asevera reafirmándonos:
Además de las luces de bengala anteriores, Roberto Díaz Castillo, generoso como ya casi nadie, evoca a sus pares y nos comparte entre otros estos retratos:
¿Qué puede agregarse de alguien como Roberto Díaz Castillo, quien para los demás tiene palabras nobles como las acabadas de citar?
Acudiendo a adjetivos que el grandísimo poeta catalán Gabriel Ferrater usaba sólo muy de vez en cuando, puede y debe decirse sin ningún rubor ni pudor que Vigilia permanente viene de un autor que escribe admirablemente, con una intensidad pasional que impone la comparación con su maestro y amigo Luis Cardoza y Aragón.
Roberto Díaz Castillo / prosa moralmente adulta …
Roberto Díaz Castillo / finura artesana sin ningún amaneramiento descriptivo…
Roberto Díaz Castillo / prosa minuciosamente concebida…
Roberto Díaz Castillo / poema en prosa evocativo, clásico y elegante como el holograma de un terciopelo, poema que consigue movilizarse con la misma tensión dramática interna en 207 páginas…
Roberto Díaz Castillo / una obra con distinción, pensada-respirada-sentida y presentida con lenguaje sensible y nítido…
Algún día quizá de otro siglo, del que sus lectores ya tienen el recuerdo, alguien dirá por escrito o desde alguna señal de humo rojo: Publicadas en Guatemala en 2011, las páginas de Vigilia permanente son “paradigma de poema en prosa”.
Desde Londres, el excelso creador húngaro Stephen Vizinczey sigue indicándonos que…
La literatura de Roberto Díaz Castillo te ayuda a comprender, te ayuda a ser una persona libre y un ciudadano libre…