«El actor representado en la sangre del autor» (texto inédito)

1 diciembre, 2010

La obra de Mario Bellatin es marcadamente experimental, plantea un juego lúdico entre realidad y ficción, con referencias apócrifas, crónicas, biografías o documentos científicos o inventados, provocando así situaciones inverosímiles e incluso graciosas. Pero la crítica considera a este autor mexicano como «un autor de culto, inclasificable, extraño, raro», si bien para Mario nada de lo anterior tiene sentido. “A mí lo único que me importa es seguir escribiendo”, enfatiza. Mientras él escribe, su obra continua irrumpiendo con fuerza y arrasa lo estandarizado y heredado. Este texto compartido con Carátula es prueba de ello.


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Ciudad de México, México, 1960.
Escritor mexicano de padres peruanos.

Estudió Teología y Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima. En éste país publicó sus primeras novelas, Mujeres de sal (1986), Efecto invernadero (1992), Canon perpetuo (1993), Salón de Belleza (1994) y Damas chinas (1995). Más tarde viajó a México, dónde edita, Poeta ciego (1998), Salón de belleza (1999), El jardín de la señora Murakami (2000), Flores (Premio Xavier Villaurrutia, 2002), Perros héroes (2003) y Lecciones para una liebre muerta (2005).

En 2000 fue finalista del Premio Medicis a la mejor novela extranjera publicada en Francia y ha recibido también el Premio Mazatlán de Literatura por El Gran Vidrio.

Su obra ha sido traducida al alemán, inglés y francés y ha aparecido en varias antologías. Es también fundador de la Escuela Dinámica de Escritores.

Ha sido director del Área de Literatura y Humanidades de la Universidad del Claustro de Sor Juana y es miembro del Sistema Nacional de Creadores de México.