Gioconda Belli
Gioconda Belli

Ernesto Cardenal (R.I.P)

29 marzo, 2020

– «Son las doce de la noche. Pasa el viento rozando la puerta de mi cuarto.Me pregunto qué viento te estará rozando a vos, Ernesto».


Son las doce de la noche.
Pasa el viento rozando la puerta de mi cuarto.
Me pregunto qué viento te estará rozando a vos,
Ernesto.
Ayer moriste. Te leo y sé
que soñaste tu muerte
tantas veces como las estrellas.
Te imaginaste llegar allí
y ser abrazado, amado por ese Dios
que en vida te pidió la soledad
la renuncia a todo lo que no fuera
su amor.

Hoy te vi en el ataúd
con tu boina negra, la cotona impecable
recién planchada, la que nada arrugará
porque estás inmóvil ya, sin respirar.
La última vez tenías
la máscara de oxígeno en tu rostro.
Tu pecho subía y bajaba angustiado
llamando el aire a bocanadas.
La máquina que medía el ritmo de tu corazón
se encendía una y otra vez
“Bajísimo” decía el rótulo en la pantalla.
Bajísimo el ritmo de tu vida aferrándose a la vida.
Alto el sonido de la alarma.
¡Extraña sensación la de verte morir!
La Salvita untándote aceite de lavanda en la frente
amorosa custodia mojándote los labios con agua.
Te hablé al oído sin saber muy bien qué decirte
“Que te vaya bien” te dije
No estás solo, te dije, te queremos, te dije.
La despedida al viaje más largo
y las palabras tan pocas, triviales
como si se tratara de un viaje del que ibas a volver
no como ese del que ahora eres pasajero
un pasajero inmóvil, tu carita dormida
bajo el cristal del féretro
“y le puse sus Crocs dice Luz Marina, y sonríe.

En qué terreno arenoso o gaseoso
habrás aterrizado calzando tus Crocs.
Una isla, quizás
un Solentiname en los anillos de Saturno
o un mar lleno de tormentas inmensas en Jupiter.
Me pregunto qué viento te estará rozando a vos
Ernesto,
un viento estelar, los largos dedos de tu amado
despeinando tu pelo cano
mientras te sostenés la boina
último recuerdo de tu vida.

Frágil como un papiro antiguo
te fuiste mudo a las tres de la tarde
-hora de Jesús- dejando
tras de vos todas tus palabras
esas que ahora leo para retenerte
a las doce de la noche
del día que ya no viste.

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Managua, Nicaragua, 1948.
Poeta y novelista. Premio de Poesía de la Universidad Nacional de Nicaragua con su primer libro, Sobre la Grama (1972). Premio Casa de las Américas 1978 por Línea de Fuego. Entre 1982 y 1987 publicó tres libros de poesía, Truenos y Arco Iris, Amor Insurrecto y De la costilla de Eva. Premio Internacional de Poesía Generación del 27 en 2002 por Mi íntima multitud. Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 2006 por Fuego Soy Apartado y Espada Puesta Lejos. Premio Sor Juana de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2008. Es también una reconocida novelista. Su obra se ha traducido a más de catorce idiomas. Miembro del Pen Club Internacional y Miembro Correspondiente de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Divide su tiempo entre California y Managua.