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A 10 años de su creación. Cinergia: el derecho de crear nuestras imágenes

1 agosto, 2013

El Fondo de fomento al audiovisual de Centroamérica y el Caribe “Cinergia” cumple 10 años de vida y apoyo al cine de la región. Cinergia es un proyecto de la organización sin fines de lucro Fundacine y su objetivo es fomentar la producción y difusión del audiovisual de la zona. “Es el único fondo privado que apoya el audiovisual en la región”, explicó María Lourdes Cortés, directora de la organización.


Siendo directora del Centro de Cine de Costa Rica, participaba en un encuentro de creadores en La Haya y el moderador me presentó en tono humorístico como la directora de un instituto con un presupuesto equivalente a siete segundos de película. Lo corregí. Un segundo de un solo filme de la saga El señor de los anillos, el éxito de entonces, costaba aproximadamente $18.000, que representaba el doble del presupuesto que teníamos entonces.

Cuando tomé conciencia de semejante “pobreza” decidí buscar apoyos internacionales, ya que con el Estado la tarea parecía imposible. Y no porque no hubiera recursos disponibles sino porque los laberintos burocráticos hacen imposible moverse, al menos al ritmo que yo deseaba.

Mientras me doctoré en Francia, en la década de 1990, tomé conciencia del potencial que teníamos como región y no como pequeños países separados. Al volver a Costa Rica, realicé una investigación sobre la historia del cine centroamericano y descubrí tanto el gran talento y pasión de los realizadores jóvenes como el apoyo nulo con el que contaban. Esa fue la chispa que encendió Cinergia.

Hivos, la agencia de cooperación holandesa, me ofreció $50 mil dólares para arrancar un proyecto de estímulo al cine regional. Luego se unió la Fundación Ford y nos decidimos a probar con un plan piloto de dos años. A su vez, la Universidad Veritas, cuya escuela de Cine y Televisión dirigía entonces, me mostró dispuesta a darme un par de becas. Los aliados fueron creciendo y a partir del año 2006 Hivos dobló el apoyo y sigue creyendo en Cinergia como una inversión necesaria y acertada. Sin ellos, no estaríamos celebrando diez años de imágenes propias.

Establecimos alianzas claves, tocamos algunas puertas en la región para establecer puentes y lanzamos una primera convocatoria. La recepción fue enorme, y recibimos casi 100 proyectos de todos los países.

Nuestro objetivo, en primera instancia, fue visibilizar el audiovisual de la región, sobre todo el centroamericano, que nadie conocía. De inmediato obtuvimos el respaldo de los festivales, los cuales se interesaron por conocer un cine nuevo.

La primera vez que presenté Cinergia en el programa “Cine en construcción”, del Festival Internacional de San Sebastián, en una sala llena de productores, distribuidores y exhibidores, lancé al público una pregunta que para mí es casi un compromiso: “¿Cuántos títulos de películas centroamericanas conocen?” La sala entera permaneció en silencio.

Cuatro años después, la película guatemalteca Gasolina de Julio Hernández Cordón, que había recibido apoyo de Cinergia, obtuvo tres de los cinco premios de “Cine en construcción”, incluyendo el más importante -el de la industria-, con lo que superó a 123 películas de Chile, Colombia, Brasil y Argentina.

Por supuesto, Cinergia no soy yo ni mucho menos y no lo digo por demagogia. Cinergia son dos fuerzas unidas. Por un lado, los que trabajamos en el proyecto, que nunca somos muchos, pero siempre apasionados por lo que hacemos. El que no tiene la energía, de “cinergía”, tildado en la í, como le llama nuestro amigo Arturo Sotto, no encaja en la fundación. Nosotros nos emocionamos cuando llegan los proyectos y cuando oímos la alegría de los ganadores al avisarles que ganaron, aunque sea un poco de dinero o un taller.

Ni qué decir cuando se terminan y estrenan los filmes o cuando son invitados a festivales. Sentimos que son nuestros y disfrutamos los triunfos de cada película como si se tratara de una producción propia. Es maravilloso ver cómo, con poco dinero, una película –el sueño de un soñador- puede concretarse.

Sufrimos las angustias de quienes no logran hacer realidad sus proyectos o sufren dificultades en el camino (¿verdad, Julio?) y nos solidarizamos con ellos totalmente. También nos duele la incomprensión de algunos o las controversias que quieren generarse al olvidar que quienes seleccionan los proyectos son jurados profesionales e internacionales y que nosotros no podemos no podemos ni debemos intervenir en sus decisiones imparciales, so riesgo de perder a legitimidad que hemos alcanzado. Pero tampoco somos rencorosos….

Por otro lado, Cinergia depende de la imaginación de los cineastas, del rigor de los productores, de la visión y consistencia de las propuestas y del aprovechamiento al máximo de los recursos. Sin esto, por más que nos esforcemos en atraer buenos jurados o maestros, no estaríamos celebrando una década.

Por eso, la escogencia de los responsables en seleccionar las proyectos o impartir los talleres es una de las claves de Cinergia. Y hemos tenido mucha suerte en lograr que profesionales de talla mundial hayan aceptado darnos una mano.

Para Orlando Senna, cineasta y exministro del Audiovisual de Brasil, Cinergia es “el motor de las cinematografías más pequeñas de América, y un ejemplo de lo que debemos hacer para consolidar nuestro derecho a crear nuestras propias imágenes: unirnos, integrarnos, conocernos y coproducir juntos”. Para nosotros, estas palabras han sido una guía constante para continuar por un camino de optimismo y de lucha. Porque, como lo sabemos todos, y lo vivimos todos los días, no es fácil obtener apoyo para la cultura.

Las producciones terminadas, así como los más de cien premios que han ganado, nos han convencido de que esta ruta trazada con esperanza y convicción ha valido la pena. No solo desde la ilusión, sino desde la certeza que nos dan muchas películas maravillosas a su haber, estamos seguros de que el audiovisual centroamericano y caribeño tiene mucho que contar y que lo ha hecho y lo seguirá haciendo con innovación, energía y conciencia de un camino trazado que no se puede detener.

Cinergia es “unión de fuerzas”, pero con “c” de cine. Si algo hemos entendido es que este oficio es colectivo y que solo uniendo esfuerzos –talentos y mercados- podremos salir adelante, más allá del medio segundo de celuloide que nos tocaba en gracia.

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Historiadora del cine costarricense y centroamericano, catedrática de la Universidad de Costa Rica, investigadora de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y directora de CINERGIA. Fondo de fomento al audiovisual de Centroamérica y el Caribe, el cual ha recibido el premio Pepe Escriche 2011, del Festival de Huesca, España.

Fue directora de la primera escuela centroamericana de Cine y Televisión fundada en Costa Rica (Universidad Veritas) y del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica. Ha ganado el Premio Joaquín García Monge, en difusión cultural y dos veces el Premio de Ensayo Aquileo J. Echeverría, por los libros Amor y traición, cine y literatura en América Latina (1999) y La pantalla rota. Cien años de cine en Centroamérica (2005). Por este último libro, recibió el premio honorífico “Ezequiel Martínez Estrada” otorgado por la Casa de las Américas (Cuba) al mejor ensayo publicado del año (2005). En este momento prepara una investigación sobre García Márquez y el cine y sobre la obra textual de Silvio Rodriguez. Ha sidjo jurado en festivales de cine en Francia, Holanda, Cuba y México, donde también ha dado charlas y talleres. El Gobierno de la República de Francia le ha otorgado el grado de Caballero de la Orden de Honor al Mérito (2005).