De ayer y de siempre Ernesto Castillo Martínez Editorial ANE-Noruega-CNE Managua, 2009

---

Si fuese necesario asumir esta obra como una novela, su tema central sería el conocimiento. Sus personajes principales: la humanidad y los libros. Imaginación e historia: su ambiente.

Publicado como parte de la Colección Narrativa del ya referencial sello editorial del Centro Nicaragüense de Escritores, De ayer y de siempre, de Ernesto Castillo Martínez (Granada, 1939), recoge la columna semanal que su autor publicó entre el 5 de octubre del 2001 y el 6 de agosto del 2005 en El Nuevo Amanecer Cultural. Esto es importante para comprender su estructuración, que constituye una de sus más visibles cualidades.

Se puede emprender la lectura de este libro desde prácticamente cualquiera de los 97 acápites en que está dividido. Esa característica resulta de gran utilidad, sobre todo para lectores ocasionales o poco rigurosos, que no pueden invertir el tiempo necesario en saborear sus más de cuatrocientas páginas. Y esto, sin que el texto en su conjunto pierda un ápice de unidad.

A medida que nos vamos adentrando en él, descubrimos cómo nos habla de frente, haciéndonos dudar a ratos de su distanciado narrador en tercera persona. Castillo Martínez parte de los mitos griegos, donde nos presenta a dioses y héroes, para finalmente aterrizar en el mundo romano, con sus césares y emperadores como cruel ilustración de la fragilidad eterna de los derechos de los pueblos.

Basta el capítulo LXXVII, «César arrasa de nuevo con los libros», para comprobar esa intención. Se trata de la denuncia de la atrocidad cometida durante la invasión a Irak por parte de Estados Unidos. El entonces presidente Bush es señalado acá por «la monstruosa destrucción de los tesoros culturales de la humanidad, que se resguardaban en bibliotecas, museos y universidades» (p. 326). Paralelismo, una de las estrategias usadas en esta obra.

Pero no nos dejamos engañar. Más allá de cualquier intención didáctica o moralizante (o incluso política) que se pretenda ver, estamos ante una defensa pura del conocimiento, cuyo vehículo primordial es la cultura y del que la humanidad es soberana indiscutible: de ella brota y a ella debe volver.

Por esto, que sean griegos y romanos los mitos y personajes reseñados en estas páginas es sólo un accidente. Lo que nos asalta durante la lectura es la esencia humana misma. Y es ese el motivo de que podamos conmovernos con sus relatos.

Un libro que remite a más libros. Chispa que pretende activar el mecanismo de la lectura en jóvenes y no tan jóvenes. Sabemos que es una vida la que tenemos entre nuestras manos. Librero empedernido, Castillo nos tiene en mente como lectores, con la intención de compartir las notas que tomaba mientras leía vorazmente a esos autores de la Antigüedad. Lecturas necesarias. Libros de ayer y de siempre.