hojaderuta-sramirez-Samuel_Rovinski3

Domingo desolado

1 octubre, 2013

Uno de los eventos más importantes de la literatura en Costa Rica, la Feria Internacional del Libro 2013 (23 agosto- 1 septiembre) recibió con pesar y sorpresa la noticia de la inesperada muerte de Samuel Rovinski, escritor, dramaturgo y exdirector del Teatro Nacional. Rovinski, quien en noviembre cumpliría 81 años, fue internado en el Hospital México a consecuencia de una complicación gastro-intestinal y falleció la noche del sábado 31 de Agosto.


Conocí a Samuel en un Congreso Latinoamericano de Escritores en Caracas a finales de los años sesenta, por extraño que parezca pues yo tenía ya algún tiempo de vivir en San José, ir a encontrarnos lejos en medio del barrullo de un congreso que inauguraba Pablo Neruda, y desde entonces fuimos amigos entrañables al extremo de la fraternidad, un hermano mayor prudente y a la vez lleno de humor sosegado, de una asombrosa transparencia sin gavetas ni recovecos oscuros, escritor a muerte dispuesto a pagar cualquier precio por su vocación, y así aprendí de él que la literatura era algo por lo que valía la pena luchar dejando atrás todo, como ambos lo probamos porque el mismo año de 1973 quemamos las naves, él se fue a París en busca de hacerse escritor y cineasta abandonando su carrera exitosa de ingeniero civil, no eran muchos los que entonces entendían un paso semejante pero con que lo entendiera Sarita era más que suficiente; y yo a Berlín, tiempo aquel en el que mutuamente nos visitamos, Samuel, Sarita y sus hijos vinieron a Berlín para quedarse en nuestra casa y yo con los míos llegué a París para quedarnos en las de ellos, la segunda de esas veces con tardanza de un día, de puro despistado me perdí de conocer a Alejo Carpentier, que cenaba en casa de los Rovinski.

De vuelta los dos en Costa Rica nos lanzamos al agua de la aventura sin salvavidas ni falta que nos hacía, formamos una sociedad para producir películas y abrir una sala de cine, él hipotecó en garantía del préstamo bancario un edificio de estacionamiento en la avenida primera, siempre estaba Sarita para entenderlo, Carmen Naranjo, Antonio Yglesias, Oscar Castillo y Nico Baker eran los otros socios, un Rocinante, una adarga y una bacilla de barbero por casco para cada cual, qué empresa rentable sería aquella que vino la revolución en Nicaragua y el edificio recién construido se volvió cuartel de propaganda, faxes, cables, comunicados, y la única película que se filmó entonces fue ¡Viva Sandino! Pero ya antes, en 1971, entre los dos y Beto Cañas en la suma, habíamos organizado el Primer Festival Cultural Centroamericano con el apoyo de don Pepe Figueres, bienal de pintura, festival de teatro, feria del libro, congreso de escritores, todo junto. Samuel, el ministro de Cultura de lujo que se perdió Costa Rica.

Escritor entre los primeros, novelista, cuentista, guionista de cine, dramaturgo. Batimos el récord juntos viendo  las representaciones de Las fisgonas de Paso Ancho, la mejor comedia escrita en Costa Rica, y su Martirio del Pastor es uno de los mejores dramas escritos en Centroamérica; en sus novelas Ceremonia de Casta,  Un modelo para Rosaura,  Samuel es el cronista afortunado de la vida social josefina y de los entresijos de la vida familiar oculta, de los ritos y las tradiciones y los secretos que arden con fulgor de lámparas votivas en los aposentos, y si quieren un agudo retrato de costumbres, lleno de humor y nostalgia, lean Cuentos judíos de mi tierra.

Estábamos en San José en la Feria del Libro, Samuel se enfermó de pronto, ya no pudo participar en el programa de televisión que íbamos a grabar juntos, se acabó el almuerzo concertado, se agravó, fue internado, todo ocurría en la niebla de lo irreal, y Tulita y yo nos venimos a Managua sabiendo que difícilmente sobreviviría, dejamos las maletas preparadas para regresar pero el día de su muerte nos avisaron ya cuando no podíamos tomar el avión, qué domingo desolado y qué oscura la tumba donde yace mi amigo hermano mayor.

Comparte en:

Escritor nicaragüense. Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2017. Fundó la revista Ventana en 1960, y encabezó el movimiento literario del mismo nombre. En 1968 fundó la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA) y en 1981 la Editorial Nueva Nicaragua. Su bibliografía abarca más de cincuenta títulos. Con Margarita, está linda la mar (1998) ganó el Premio Internacional de Novela Alfaguara, otorgado por un jurado presidido por Carlos Fuentes y el Premio Latinoamericano de Novela José María Arguedas 2000, otorgado por Casa de las Américas. Por su trayectoria literaria ha merecido el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, en 2011, y el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español, en 2014. Su novela más reciente es Ya nadie llora por mí, publicada por Alfaguara en 2017. Ha recibido la Beca Guggenheim, la Orden de Comendador de las Letras de Francia, la Orden al Mérito de Alemania, y la Orden Isabel la Católica de España.