Norberto James en su contexto caribeño: vida, nación y diáspora

3 febrero, 2025

La nación, la migración y el exilio constituyen quizás los tres temas más importantes que dominaron la literatura caribeña del siglo XX. Sus textos fundacionales en lengua anglófona, arraigados en un proyecto de descolonización, se preocupaban obsesivamente por establecer las prioridades culturales de los que serían países recién independizados a principios de la década de 1960. Al mismo tiempo, tuvieron que enfrentarse con el fantasma del exilio y la paradoja de escribir sobre las nuevas naciones desde el exterior. La figura del intelectual ermitaño (principalmente hombres) en Londres después de la segunda guerra mundial, desesperado por forjar una nueva patria cultural desde el exilio (más bien autoimpuesto), surgió rápidamente como un leitmotiv de esta literatura temprana. Añorando su hogar, pero incapaces, por diferentes razones, de regresar, estos personajes servirían como el eje en torno al cual las novelas crearían una estética anticolonial compleja. Por un lado, odiaban Londres. Por otro, no podían regresar a las islas. De esta manera, textos como Los londinenses solitarios, Los emigrantes y Escape a un pavimento otoñal se convirtieron en pioneros de la literatura que escribiría el yo caribeño en el extranjero1. Obras sobre la nación, por supuesto, se desarrollaron mucho antes en el Caribe hispanohablante. Y hay numerosos ejemplos de textos del exilio de Cuba y República Dominicana que anteceden el fenómeno de la posguerra en los territorios de habla inglesa.

A finales del siglo XX, a medida que más comunidades caribeñas se establecían definitivamente en Europa y Norteamérica, la diáspora reemplazaba al exilio como marco conceptual de la literatura que narraba las vidas de los pueblos caribeños que vivían en el extranjero. El triunvirato literario formado por How the García Girls Lost their Accents (Cómo las muchachas García perdieron el acento, 1991) de Julia Álvarez, Dreaming in Cuban (Soñar en cubano, 1992) de Cristina García y When I was Puerto Rican (Cuando era puertorriqueña, 1993) de Esmeralda Santiago revitalizó el discurso sobre las vidas de mujeres hispano-caribeñas en relación con el hogar, la nación y la diáspora. A principios del siglo XXI, varias voces dominicanas irrumpieron en el mercado literario de Estados Unidos. Mujeres y hombres, poetas, dramaturgos y escritores de ficción publicaron textos tanto en inglés como en español que, en conjunto, comenzaron a presentar un retrato copioso y complejo de la diáspora dominicana en ese país. Josefina Báez, Angie Cruz, Junot Díaz, Juan Dicent, Loída Maritza Pérez, Keiselim Montás y Nelly Rosario son sólo algunos de los nombres que, desde la década de 1990, han llevado al papel las complejas interacciones entre las historias de vida de los dominicanos estadounidenses y su sentido de hogar (ya sea en la isla o en su diáspora norteamericana). Es en este contexto de producción cultural caribeña en la diáspora que quiero ubicar mis reflexiones sobre la poesía de Norberto James Rawlings.

La movilidad es una de las características principales de la biografía de James. Nacido de padres inmigrantes en San Pedro de Macorís, en 1945, se trasladó a Santo Domingo a los 18 años para continuar su educación. Su estancia en la capital coincidió con la famosa Revolución de abril de 1965 y la posterior invasión del ejército estadounidense. James se convirtió rápidamente en un activista del Movimiento Popular Dominicano y en miembro de la nueva ola de escritores subversivos del país. Ante la represión del régimen de Balaguer, se vio obligado a abandonar la isla y trasladarse a Cuba en 1972, donde vivió durante siete años. Insatisfecho, descontento o simplemente en busca de algo más de lo que ofrecía el Santo Domingo de principios de 1980, James se mudó a Boston en 1983, donde obtuvo una maestría en lengua y literatura hispanoamericana y un doctorado en lengua y literatura hispánicas en 1992. James permaneció en Estados Unidos hasta su muerte en enero de 2021. Como veremos en el análisis de su poesía, los temas de movilidad y, a veces, inmovilidad también serán centrales en su imaginario poético. Estas inquietudes conectarán su lírica con muchos de los asuntos culturales que también preocupaban a los escritores caribeños en general. Ésta es una observación que hace Miguel D. Mena en su introducción a la Poesía completa de Norberto James Rawlings (2020): “Él ha sido poeta en diálogo con su tiempo, los estados del ser, los ritmos de un Caribe con sus diversas gradaciones: dominicanas, cubanas, donde el sujeto irá viajando hacia sí mismo, y sus sentimientos” (p.13)2.  Norberto James Rawlings fue un escritor prolífico. Publicó varios poemarios, entre ellos, Sobre la marcha (1969), La provincia sublevada (1972), Vivir (1981), Hago Constar (1983), La urdimbre del silencio (2000), Patria portátil (2004), y Oscuro amor (2008). También publicó un estudio crítico sobre el realismo social en la literatura dominicana del siglo XX titulado “Denuncia y complicidad” (1997)3. Pero más importante que sus numerosas publicaciones es su profunda sensibilidad poética y su capacidad para tocar la fibra del corazón humano al explorar el placer, el dolor, el sufrimiento, la negación, la injusticia, la autoconservación y, por supuesto, la redención. James es mejor conocido por su poema elegíaco de 1969, “Los inmigrantes”, que coloca en el mapa de la historia a la hasta entonces borrada comunidad de trabajadores migrantes, los cocolos, de quienes desciende4. Para mí, “Los inmigrantes” es una de las narrativas de resistencia más poderosas producidas en la literatura caribeña del siglo XX. Logra para su comunidad, lo que Motivos de son de Nicolás Guillén logra con los negros marginados, urbanos y pobres de la Cuba de 19205; y rescata la dignidad de los trabajadores oprimidos del Ingenio Consuelo de la misma manera que el barbadense Kamau Brathwaite redime a los que no tienen voz en su obra seminal, Rights of Passage6. La triste verdad, sin embargo, es que, a pesar del éxito de ‘Los inmigrantes’, la obra de James sigue siendo poco explorada. A continuación, a través del repaso de una de sus últimas colecciones, Patria portátil, ofrezco algunas reflexiones sobre posibles direcciones que podrían tomar los sucesivos estudios sobre su poesía7.

Patria portátil

Patria portátil, una colección escrita y publicada en su madurez, condensa la mayoría de los temas que preocuparon a Norberto James a lo largo de su carrera poética. La autobiografía, que Efraín Barradas identifica como un principio unificador en la poesía de James, es un tema recurrente en esta compilación8. Patria portátil explora la infancia del bardo y momentos clave de su crecimiento personal. Hace referencia a aspectos de su vida íntima como amante y padre, hace un guiño a su participación política en República Dominicana e incorpora elementos que hablan del desarrollo y evolución de su vocación como poeta. La colección está signada por numerosas reflexiones sobre la experiencia vivida en el exilio (voluntario o impuesto) y contempla el destino, el final de los viajes y la muerte inminente del poeta/narrador. Se podría decir, por lo tanto, que los poemas de Patria portátil constituyen un arco autobiográfico que incorpora la génesis, el desarrollo, la transformación física y social y el eventual declive registrado del poeta/narrador. A lo largo de los poemas, y profundamente entretejidos con todos los temas autobiográficos, están asuntos como la memoria y el olvido. Los textos destacan el papel que el lenguaje y el yo poético desempeñan en la transformación de la memoria, por dolorosa que sea, en arte.

“Casi biografía” (p. 23) es una “antielegía” de la infancia del poeta. Reconoce y niega a la vez la niñez del hablante y, al hacerlo, elimina drásticamente cualquier expectativa de la narración de una inocencia (caribeña) idealizada. Se trata de una infancia desprovista de libros. La literatura, marcada como necesariamente europea en el texto, no desempeña ningún papel en la vida del niño. Si existe el mundo de la imaginación, es en la flora y los implacables recuerdos geográficos y espaciales de la esclavitud y sus secuelas industriales, el cañaveral, que domina el paisaje de la infancia. En última instancia, así como el hablante registra y niega el concepto de puericia, invoca la memoria solo para registrarla como una carga no deseada. Esta es una estrategia que se repite en otro poema de esta colección, ‘El peso del recuerdo’ (p. 46), que presenta la memoria como un factor opresivo.

Infancia sin julio verne ni salgari

Infancia sin infancia
Infancia de jabillo
De cañaveral y riachuelo
Infancia de chichiguas y Bill Elliot
Infancia que no quiero recordar

Es evidente que el antecedente literario que proporciona el intertexto de “Casi biografía” es “Retrato” de Antonio Machado, un poema con el que el autor abre su famosa colección de celebraciones y remordimientos Campos de Castilla (1912). James anuncia este guiño utilizando parte del primer verso de “Retrato” como epígrafe de su poema.

“Retrato”

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.   

Los lectores de la poesía de Machado serán conscientes de sus emociones conflictivas hacia España, en particular tras la pérdida de sus tres últimas colonias, Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en 18989. Por lo tanto, la imitación de James en cuanto a la forma de “Retrato” podría verse inspirada no solo por su estructura literaria, sino por la actitud de ambivalencia que refleja de forma muy similar lo que él sentía hacia su país, República Dominicana. La materialidad de la difícil infancia caribeña de James es, por supuesto, la materia prima de “Casi biografía”. Criado en la zona de refinación de azúcar del Ingenio Consuelo, James era hijo de padre jamaiquino y madre dominicana cuyos ancestros eran afroamericanos. Por lo tanto, nació en esa pequeña comunidad de negros de habla inglesa, a la que se denominó inicialmente y de manera despectiva, “cocolos”. En la década de 1890, en las plantaciones de azúcar de República Dominicana se produjo una grave escasez de mano de obra que llevó a la importación de fuerza laboral desde las islas caribeñas de habla inglesa, como Anguila, Antigua, Jamaica, San Cristóbal y Tórtola. No hace falta decir que estos trabajadores inmigrantes se encontraron con un gran resentimiento en casi todos los niveles de la sociedad y sufrieron una severa marginación. Entre las muchas muestras de esta segregación se encontraban el empobrecimiento económico y el acceso limitado a una educación de calidad. En una entrevista publicada en Afro-Hispanic Review en 1987, James relata que hasta los diez años no hablaba español. La instrucción educativa que recibió también fue muy limitada: “No era una escuela formal en el sentido de una educación escalonada, orientada hacia el bachillerato, sino que nos daba una formación general; lectura, escritura y algo de matemáticas en inglés”10. La reflexión de Néstor Rodríguez sobre los nexos entre la dificultad social de la crianza de James y el universo poético que construye es instructiva para una lectura de “Casi biografía”: “Ciertamente, la historia personal de James, marcada por múltiples desplazamientos, ofrece claves para entender los matices que definen al sujeto de su obra” (2023, p.233)11. En el Caribe de la infancia de James, el de la década de 1950, la educación formal (tal vez la única ruta para lograr movilidad social) era casi únicamente colonial. En el Caribe anglófono, por ejemplo, sería imposible encontrar un currículo escolar que no fuera exclusivamente británico. Lo local era repudiado, visto como un signo de salvajismo en el peor de los casos y de potencial limitado, en el mejor. Por lo tanto, cuando Norberto James refiere la ausencia de literatura francesa e italiana (Verne y Salgari) como una indicación del empobrecimiento intelectual de su niñez, no está sugiriendo que el Caribe no tenga historias valiosas que ofrecer como inspiración o instrucción. Lo que está haciendo es poner en relieve la exclusión sistemática de los niños de su entorno de las instituciones sociales que garantizarían la movilidad ascendente y que eran consideradas portadoras de cultura. Y ahí radica el peso del adverbio en el título del poema “casi”. Porque si bien es su biografía, también es la biografía de muchos cocolos como él.

“Casi biografía” socava la premisa del eurocentrismo como forma de educación, de manera clave. Las líneas tercera, cuarta y quinta del verso de seis líneas, su núcleo estructural por así decirlo, muestran el paisaje de San Pedro y las actividades de su juventud: “jabillo, cañaveral, riachuelo, chichiguas”. De diversas maneras, estos sustantivos evocan la naturaleza, juego, fuerza y ​​creatividad. Y también invocan recuerdos de abuso pasado y explotación presente. Independientemente de ello, son el núcleo del poema y la inspiración detrás del impulso creativo del vate. En este sentido, James se hace eco del mensaje de Derek Walcott en su poema de 1965 “Almond Trees”. Caminando por la playa una mañana, el hablante considera que el paisaje del Caribe no tiene “historia visible”. Para él, que representa un observador casual, la playa es una vasta extensión de la nada: “There’s nothing here / this early; / cold sand /cold churning ocean, the Atlantic, no visible history’.

Pero casi inmediatamente la voz poética saca al lector/observador de este no reconocimiento de la historia y utiliza los almendros esparcidos a lo largo de la playa como un punto focal del recuerdo, del hecho de que esa costa es también la escena original del crimen, del brutal trasplante de africanos a la región—la zona cero de la esclavitud en el Caribe. Y que cada almendro constituye un testimonio visible del pasado.

Si la propia infancia de James es el punto focal de la historia social de Ingenio Consuelo, donde pasó los primeros 18 años de su vida, la concepción y el nacimiento de su hijo se utilizan para recordar la historia del Caribe y ubicar a República Dominicana en relación con su diáspora en Estados Unidos. James señala tanto el significado personal como artístico del hijo para el proyecto poético que es Patria portátil al dedicarle la pieza: “A mi hijo / Norberto W James / (Tito)”. En “Compañera”, un tierno poema de amor en el que el hablante se dirige a su pareja y madre de su hijo aún no nacido, los vínculos sexuales y filiales confieren seguridad y estabilidad. En un verso en el que se pueden notar ecos de “Mulata Antillana” del puertorriqueño Luis Palés Matos, el cuerpo de la mujer se convierte a la vez en hogar y nación: “En ti fundo mi hogar, creo mi patria”. Al dar a luz a su hijo, la mujer le permite construir su propia pertenencia, sentido de lugar y futuro:

En lo más hondo de tus entrañas

            edifico mi morada
            lugar al que pertenezco
            Levanto paredes
            que habrá de garabatear mi hijo
            con los vivos colores de sus canciones

La narrativa de desterritorialización que define la historia generacional de James, su nacimiento y sus primeros años en el Caribe se revierte a partir de la paternidad y el establecimiento de su propia familia. Aquí, como en muchos otros poemas de Patria portátil, el concepto de hogar trasciende las fronteras geográficas y se convierte, en cambio, en algo intangible que es concebido y alimentado por el espíritu humano. De manera similar, la ambivalencia y la vacilación que caracterizan tanto la memoria como la pertenencia en “Casi biografía” se transforman en la certeza de sí mismo, la certeza de lugar y la certeza de una dirección hacia el futuro. Claramente, el hijo no nacido es el catalizador de sus aspiraciones en “Compañera”.

Otras piezas de la colección se centran en el padre que imparte lecciones a su hijo. En ellas, los momentos de instrucción paterna también son eventos que articulan mensajes ideológicos fundamentales sobre geopolítica, historia, la nación, la diáspora y el futuro. En “Lección”, el mar es el foco de sus consejos: “Observa hijo cómo rasguña / el mar las orillas de la playa”. El escritor cubano Virgilio Piñera comienza así su famoso poema “La isla en peso”:

La maldita circunstancia del agua por todas partes
me obliga a sentarme en la mesa del café.
Si no pensara que el agua me rodea como un cáncer
hubiera podido dormir a pierna suelta.

El mar como topos no sólo es persistente en la literatura caribeña; es inevitable. Los recuerdos que evoca el mar y las capas de historia que lleva en sus olas, constituyen las circunstancias traumáticas en las que se concibió el Caribe moderno. Y en la actualidad, el mar Caribe es a la vez metáfora y significado de las muchas amenazas del Armagedón ambiental que asedia la región. La representación que hace Piñera del mar como el epítome de la enfermedad debilitante, la contención y la restricción, se ve movilizada por imágenes muy estridentes. El tono de James es más tenue, pero igualmente, si acaso no más definitivo en su ubicación del mar como un sitio que alberga recuerdos insensibles e indiferentes de un pasado no tan lejano: “Cuando canta el mar / se embriaga de sol la brisa / se cuela su música amarga / entre blancas cortinas de agua”. En su ensayo “Norberto James Rawlings, el hombre de la multitud”, Néstor Rodríguez nos ofrece un poderoso recordatorio de cómo el trauma ancestral del mar Caribe se localiza en detalles concretos de la biografía de James:
“Ese Caribe arrastró consigo a sus antepasados jamaicanos, los James de Ocho Ríos, hasta el polvo del Ingenio Consuelo y su miseria. La misma suerte corrieron los Rawlings para llegar a los bateyes aledaños a Macorís del Mar desde Roseau, en la Dominica de los antiguos caribes, y los algodonales del sur de los Estados Unidos”12.
A pesar del amargo potencial del mar, como texto poético, “Lección” es una prueba de supervivencia. Más importante aún, ejemplifica la función de la poesía como signo de testimonio del trauma; encarna el triunfo y enuncia la continuidad y el futuro. “Lección” asienta la instrucción paternal/poética como legado histórico. Volveré a este asunto cuando analice el poema que da título a la colección “Patria portátil”.

Si bien la enseñanza impartida al hijo en este poema que abre la colección habla en última instancia de la distancia entre el pasado y el presente, gran parte de la energía poética y emocional de Patria portátil comunica la dura imposibilidad de escapar del pasado. Esta es una paradoja que traumatiza a la voz lírica y a la vez le da agencia. Estructuralmente, este dilema se presenta en los poemas a través de una variedad de conflictos: entre la memoria y el olvido, el habla y el silencio, y el compromiso y la autocomplacencia. Si aceptamos que un impulso autobiográfico es lo que (principalmente) activa muchos de estos versos, entonces la memoria es una carga para James y Boston se convierte en el lugar para contemplar el doloroso pasado de República Dominicana. El sufrimiento engendrado en el Caribe es ineludible y, por lo tanto, debe ser sublimado en arte. En la poesía de Norberto James, la lucha contra la memoria es inútil. Esto lo articula explícitamente el hablante en “El peso del recuerdo”: “Pesa más el recuerdo / que el olvido/…El recuerdo pesa más / porque viven abiertas / sus ventanas / hacia el mañana / y no hay forma de espantar / los pájaros de tristeza / que viene a posarse / en los derruidos dinteles / de la soledad”.

Frente a la intransigencia de la memoria, ¿qué estrategias de supervivencia se pueden adoptar para preservar el yo y nutrir a los demás? Una sugerencia en estos textos es el uso productivo del silencio. En “Opción”, el poeta vuelve al tema de su infancia. El poema corto,  “Casi biografía”, cristaliza el fracaso de reprimir los recuerdos difíciles. El hablante de “Opción” decide, en cambio, permanecer en silencio sobre esa infancia. Pero el silencio tampoco funciona. La reivindicación ostensible de una afonía autoimpuesta comunica en voz alta el compromiso del hablante de apropiarse de la palabra: “Callo no porque prefiera el silencio / No por renegar de la palabra”. Posteriormente, el poema enumera dos conjuntos contrastantes de variables. Por un lado, hay aspectos del pasado infantil que disuaden el silencio, “el jabillo”, “la guásima”, “el almendro”. Por otro lado, está “la herrumbre de los molinos”, “las viejas locomotoras”, “los machetes y las azadas abandonadas”. Los símbolos mecanizados de la industria también son alegorías de violencia. Representan los efectos deshumanizantes de la esclavitud asalariada que caracterizaba la vida en los bateyes como el Ingenio Consuelo, donde creció James. La nostalgia por el paisaje natural y los pasatiempos infantiles que se sugiere silenciosamente tanto en “Casi biografía” como en “Opción” parece estar abrumada por el peso de la maquinaria capitalista racista de la industria azucarera de mediados del siglo XX. Las vidas cotidianas de los sujetos adultos en Patria portátil también parecen estar dominadas por una nostalgia desesperada por el pasado o una vana esperanza por una República Dominicana que corresponda a su noción de cambio. En “Anécdota”, por ejemplo, vemos a hombres nostálgicos, obesos, desesperados y envejecidos pegados a la pantalla de su computadora esperando escuchar “…algún mensaje / que anuncie que en el país / algo ha cambiado”. Y en “Repatriado”, el hablante pasa la noche caminando y silbando viejos boleros, tratando de exorcizar demonios del pasado y encontrar alguna manera de regresar a casa. Al igual que los personajes de las novelas caribeñas anglófonas del período de la posguerra, el sujeto de “Repatriado” es la encarnación de la soledad y el encierro. Y al igual que los personajes de Los londinenses solitarios de Selvon, no puede volver a casa, no hay retorno a República Dominicana. Y es con este reconocimiento que se resuelve el poema “Regreso, sin regresar”.

De hecho, a pesar de todo el trauma, el dolor y la lucha que se registran en esta y otras colecciones de su poesía, la adaptación y la resolución también son conceptos poderosos que impulsan los proyectos poéticos y políticos de James. El espectro de la masculinidad inmigrante desesperada y desterritorializada que James satiriza en un poema como “Anécdota” se ve contrarrestado en otras piezas por una sensación más centrada, tranquila y contenta del hogar como algo trascendental y sin fronteras. “Da igual” comunica esta idea de manera hermosa. El sujeto diaspórico aquí, el epítome de la madurez y la confianza tranquila, disipa la necesidad de elegir entre República Dominicana y Estados Unidos. No se precisan alianzas singulares. No se requiere la propiedad definitiva de un espacio físico para garantizar su satisfacción:

Ahora no sé y da lo mismo si los espejos
De este lago en que se disuelve
Y pierde nitidez el día
son del Arminton o del Enriquillo
porque sencillamente vago sin prisa
doblo esquinas que a ratos no sé
si son ajenas o mías
y da igual

No se trata de la resignación que surge tras haber perdido una batalla, ni del repliegue de una conciencia agobiada por la fatiga. Es, en cambio, la quintaesencia del concepto de un país portátil; ese que trasciende las fronteras geográficas, resiste la contención, evita las nociones de propiedad exclusiva, desecha los símbolos nacionalistas y abraza los ideales de pertenencia global. La nación portátil no está anclada en el pasado, sino que se nutre de él para asegurar el futuro. El país portátil no está materialmente atado, sino espiritualmente liberado. Estos son sólo algunos de los conceptos que se pueden extraer del poema que da título a la colección “Patria Portátil”. La dinámica de la memoria y el olvido también informa este verso. Pero aquí el olvido se activa por su potencial vivificante, creativo y redentor. El sujeto se libera de la nostalgia y utiliza la memoria de manera productiva para crear su nueva realidad, crear nuevas relaciones y construir nuevos horizontes. Los hibiscos, las almendras, los callejones y las palmas del pasado permanecen en el centro de su ser; pero se convierten en ingredientes esenciales para que él pueda crear su propio país.

Inventé para mí esta patria portátil
que me cuelga bien adentro
con sus ríos montañas valles
y héroes

“Patria portátil” entrelaza todos los temas sobresalientes de la biografía, la educación filial, la nación y la diáspora con un poderoso mensaje sobre la ascendencia y la espiritualidad. El país portátil relaciona al hijo, nacido en la diáspora, con un paisaje y una historia de los que, superficialmente, no tiene experiencia tangible; un territorio físico que no ha sentido ni saboreado, pero con el que está conectado indistinguiblemente. El hijo que se convierte en el conducto entre el pasado ancestral (los abuelos), el presente y el futuro, es proclamado “sacerdote de las palmeras”. El país portátil, por lo tanto, intangible y omnipresente, no solo trasciende el lugar sino también el tiempo.

Norberto James Rawlings tenía una profunda comprensión afectiva del Caribe, sus pueblos y sus muchas culturas. Su poesía canaliza las ansiedades sobre los males sociales, así como sus esperanzas de un futuro más justo. Patria portátil, como todas sus otras obras, narra lo aparentemente mundano y lo preserva en toda su belleza trascendental. Los poemas expresan dolor y alegría, desilusión y esperanza. Nos enseñan a olvidar de manera constructiva y a generar nuevos recuerdos sostenibles. James comprendió la vida caribeña y la vida en el Caribe. También trazó un plan para sobrevivir a los turbulentos caminos de la migración que, como pueblo, recorremos invariablemente. Creó mecanismos de resiliencia que nos enseñan a sacar provecho de la pérdida, a crear futuros a partir del pasado que hemos perdido y a facilitar continuidades tangibles entre el hogar y el extranjero, la nación y la diáspora.


Bibliografía

Álvarez, Julia. How the García Girls Lost their Accents. New York: Plume, 1991.

Barradas, Efraín. ‘La poesía de Norberto James: De lo político, a lo abstracto, a lo personal’. Claridad, febrero 2021. 

Brathwaite, Edward. Rights of Passage. London: Oxford University Press, 1967.

Davis, James. ‘Entrevista con el Dominicano Norberto James Rawlings’. Afro-Hispanic Review 6 (2), 1987, 16-18.

García, Cristina. Dreaming in Cuban. New York: Ballantine Books, 1992.

Guillén, Nicolás. El Diario de la Marina. 1930.

James Rawlings, Norberto. Poesía completa. Santo Domingo: Ediciones Cielonaranaja, 2020.

——————————— Patria portátil. Santo Domingo: Editora Nacional, 2008.

———————————-Denuncia y complicidad. Santo Domingo: Editora Taller, 1997.

———————————–Sobre la marcha. Santo Domingo: Ediciones Futuro, 1969.

Lamming, George. The Emigrants. London: Allison and Busby, 1950.

Machado, Antonio. Campos de Castilla. Madrid: Renacimineto, 1912.

Rodríguez, Néstor. ‘Norberto James Rawlings, el hombre de la multitud’. https://dominicanaenmiami.com/?p=12242 [Accedido el 2 de noviembre, 2024]. 

————————–‘Opacidad y errancia en la poesía de Norberto James Rawlings’ en Fernanda Bustamante, Eva Guerrero y Néstor Rodríguez eds., Escribir otra isla: la República Dominicana en su literatura. Salamanca: Almenara, 2021, 231-244.

Salkey, Andrew. Escape to an Autumn Pavement. London: Hutchinson, 1960.

Santiago, Esmeralda. When I was Puerto Rican. Mass: Addison-Wesley, 1993.

Selvon, Samuel. The Lonely Londoners. London: Allen Wingate, 1956.


1 Samuel Selvon, The Lonely Londoners (London: Allan Wingate, 1956), George Lamming, The Emigrants (London: Allison and Busby, 1950), Andrew Salkey, Escape to an Autumn Pavement (London: Hutchinson, 1960).

2 Norberto James Rawlings, Poesía completa (Santo Domingo: Ediciones Cielonaranaja, 2020).

3 Norberto James Rawlings, Denuncia y complicidad (Santo Domingo: Editora Taller, 1997).

4 Publicada originalmente en Sobre la marcha (Santo Domingo, 1969).

5 Nicolás Guillén, Motivos de son, El Diario de la Marina 1930.

6 Edward Brathwaite Rights of Passage (London: Oxford University Press, 1967).

7 Norberto James Rawlings Patria portátil (Santo Domingo: Editora Nacional, 2008).

8 Efraín Barradas, “La poesía de Norberto James: De lo político, a lo abstracto, a lo personal”. Claridad, Feb. 2021.

9 Antonio Machado “Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo’. Nota biográfica.1913.

10 James Davis, ‘Entrevista con el Dominicano Norberto James Rawlings’. Afro Hispanic Review 6 (2), 1987, pp. 16-18.

11 Néstor Rodríguez ‘Opacidad y Errancia en la Poesía de Norbert James Rawlings’

12 Néstor Rodríguez “Norberto James Rawlings, el hombre de la multitud”. https://dominicanaenmiami.com/?p=12242 [Accedido el 2 de noviembre, 2024]. 

Comparte en:

Es profesor asociado en el Centro de Literatura Comparada y Estudios del Caribe de la Universidad de Toronto. Obtuvo su doctorado en Lenguas Modernas y Medievales en la Universidad de Cambridge. Ha enseñado en la Universidad de Durham y la Universidad de Birmingham en el Reino Unido, así como en la Universidad de Houston.

Las principales áreas de interés de James incluyen las culturas literarias y visuales del Caribe hispano. Es autor de Filial Crisis and Erotic Politics in Black Cuban Literature, Writing the Afro-Hispanic: Essays on Africa and Africans in the Spanish Caribbean (2012) y The Cultures of the Spanish Caribbean (2000). Actualmente, trabaja en una monografía sobre las geografías transnacionales de la ficción caribeña del siglo XXI.