Notas de lectura

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Poema inédito para la revista EL PAPAGAYO VERDE

1
¿Es el obstáculo el camino, como nos sugiere
poniéndose algo zen zalamero el poeta Jaume Subirana? Si pudiéramos

tropezar en tal camino pero caer hacia arriba
⸺no una larga caída, no un trayecto importante,
caer como quien sube un escalón apenas⸺

un tropezón pequeño que apenas nos izara unos centímetros
arriba de nuestro nivel de inatención; pues con tales carencias
de atención y memoria ¿quién es el guapo que se enfrenta
a rebajar la dualidad sujeto-objeto, por ejemplo? ¿Quién delimita con tino
biorregiones? ¿Quién nos acerca a un uso razonable
de eso que llaman sustancias psicoactivas
                              ⸺nuestros ancianos lo llamaban
                              la carne de los dioses⸺
donde no se tratase de huir
el dolor del mundo sino de salir enteros a su encuentro
                              ⸺¡el dolor y el esplendor
                              del mundo!⸺

?, pero disculpen, me estoy yendo por las ramas,
por esos brazos del árbol abiertos como promesa de caricia: en realidad
yo estaba preguntando: ¿hay acaso un tesoro? Sólo si no lo buscas,
decía otra poeta ⸺Le Guin en Kishamish⸺, sino que aparece
donde miras sin más: el cielo, el viento, el alba,
un pájaro joven extraviado dentro de un café que sin embargo
encuentra la salida, y el azar
precioso de un instante, de este preciso instante, ahí.

2
Ahora observo sobre todo los movimientos
corporales de las montañas, escribía Egon Schiele en una carta
al coleccionista Franz Hauer (que aduce el poeta Fran Navarro),
y es cierto: ése es el tiempo y el lugar precisos
donde hemos de llegar: desde ahí contemplar
sin impaciencia el movimiento corporal
de la montaña

(…de las montañas, el agua,
los árboles y las flores, precisaba el pintor
que moriría joven: pero es el cuerpo
de la montaña el que anima a moverse
a aquellos otros cuerpos)

y es cierto, poeta Fran: estamos aquí para dar testimonio
de la belleza y el horror del mundo

pero a veces logramos situarnos, ¿azar o hábito?,
en esa suerte de equilibrado punto de Lagrange desde donde observamos
las fuerzas titánicas que va poniendo en juego
la respiración de innúmeras galaxias

y el movimiento corporal de las montañas

3
LA SIBERIA BIOSFERA
nos dice un gran cartel en plena plaza (secreta
y universal) de Tamurejo, donde el cálido crepúsculo
va poco a poco dando paso
a un presentimiento de frescor nocturno. Liternatura:
tantos mundos en un mundo…

Las golondrinas postreras pasan el testigo
a los primeros murciélagos. Pilar del Río evoca a su esposo redactando
una Declaración Universal de los Deberes
Humanos. Alguien recuerda a Torres
García, pues MI NORTE ES EL SUR. Aún resuenan ecos de cante alentejano
gracias al poeta Miguel Filipe Mochila. Carlos de Hita
pronuncia la mágica palabra biofonía. La Siberia extremeña luce el título
⸺escarapela orgullosa⸺ de Reserva
de la Biosfera,
pero en esta plaza íntima
y universal todo nos viene diciendo:

cada rincón de este planeta ha de llegar a ser
lo que es: cada lugar Reserva
de nuestra Biosfera

4
La piedra que rebota

la avellana y la almendra que rebotan

la bola de billar que rebota

el cráneo que rebota varias veces

la curiosidad muy redonda que rebota:

aquí estoy
aquí estamos

5
Compañeros poetas: deshagámonos
del énfasis ⸺sugería el gorrión
con voz muy baja.