6 poetas peruanas actuales

3 febrero, 2025


Con recientes nos referimos a poetas que hayan publicado por primera vez en este milenio. Si bien la poesía peruana escrita por mujeres goza de excelente salud por lo menos desde la década de los ochenta, no fue fácil escoger a las creadoras que forman parte de esta breve muestra; la calidad de la poesía que se hace actualmente puso muy difícil la elección. Esperamos poder ampliar esta muestra más adelante.


Teresa Orbegoso (Lima, 1976-2025)

Teresa Orbegoso Álvarez es comunicadora social, magister en Escritura Creativa y poeta. Ha publicado los poemarios Yana wayra (2011), Mestiza (2012), La mujer de la bestia (2014), Perú (2016), Comas (2018) y Abro el miedo (2019). En 2024 publicó una segunda edición de Comas en Perú.

Todo el Perú sumergido por una piedra de papel.

¡Oh, inocente Resígaro! ¿Quién soy yo? Soy acaso la sombra de Caral que ha venido a abrazarte. O quizá sea la fría alma de Arana que ha venido a pedirte perdón desde el Putumayo. Sé que mis manos son de polvo y mi vientre está seco como los huesos de mis antepasados. Sé que hubo un cronista que nos mintió sobre nosotros. Sé que criollos, sacerdotes, virreyes y presidentes orinaron sobre lo que fuimos. Sé que una llamada República nos consumió hasta el punto del olvido. Pero ahora estoy aquí atravesada por todas mis generaciones conquistadas y conquistadoras; esclavas, serviles y libres; heroicas y sabias; ancladas a la tierra, el mar y el fuego junto a todas sus sangres. Estoy aquí para recordar la patria invisible de la infancia. Estoy aquí para saber finalmente quiénes somos. ¿Qué ha quedado de nosotros en medio de toda la niebla de Lima? No saber cómo te llamas, ni lo que fuiste, ni lo que hiciste. Andar perdido como un cuerpo que sólo sabe empezar y que nada aprende. Han sido los ecos de la ruina mi despertar. Sea mi destino coser los pedazos descoloridos de nuestra bandera. Darle materia y forma. No desaparecer.

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Ivonne Bernuy (Lima, 1984)

Ivonne M. Bernuy Coloma(Lima, 1984)  es médica endocrinóloga y poeta. Ha publicado Disección (Apogeo, 2020), Aroma de nido (Objeto profano, 2022) y El último canto (Editorial Qwerty, 2024).

Hija

El rostro del rocío anida en pétalos y       el sol
decora la curvatura
el pliegue en la inocencia

/de este Cielo/

de saltos de dientes

acróbatas passés deslizándose sobre la viga
dibujando en barras
hoyos de bruma que danzan en círculos
una sonrisa oropéndola        floreciente en verdad
               el hábitat
que muerde los espacios
donde lacta y mastica
su corporeidad
(semillita celestial, marea)

anatomía de abrigo
con sus brazos, sus piernas
     humanidad erizada
          en gravedad inclinada

                a este cuerpo giratorio

                    de intestinos que añoran
                      el cordón que nos une
                         que todavía

                                     alimenta

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Noraya Ccoyure (Lima, 1986)

Noraya Ccoyure Tito es poeta, actriz, directora de teatro, licenciada en Literatura y máster en Escritura Creativa. Tiene publicado Canto de ballena negra (2023).

C A N T O   D E   B A L L E N A   N E G R A

La ballena negra
se hace carne en sus paseos
por la avenida.

Tras recorrer algunas cuadras,
recoge un pedazo de ciudad
y lo arrulla con el lento
     vaivén de sus aletas.

Tan distraída va que cruza la calle
sin atender a los semáforos
y una muchedumbre de corbatas
la atropella:

SU DESCOMUNAL CUERPO
CAE A LOS PIES DE UN POSTE

Un quejido
brota de su herido espiráculo,
pero nadie viene en su ayuda.

El crepúsculo llega
con su llovizna partida,
la ballena negra
canta sus últimas notas
de playas y aguas perdidas.

Aquel débil cántico
conmueve al poste que la sostiene,
y pronto sus demás compañeros
—ordenados en una línea
a lo largo de la calle—
la rodean y bajan sus cascos.
     En el reflejo de su abismal ojo,
    el pedazo de ciudad
(que aún dormita en su regazo)
      apaga todas sus luces
y aguarda
           el siguiente día.

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Úrsula Podestá Sánchez (Arequipa, 1982)

Úrsula Ángela Noelia Podestá Sánchez es filósofa, historiadora y poeta. Ha publicado los poemarios Ciudad/pata roja: cuchillos como serpientes de saliva (2007), Útero roto (2007), Urna: Disjecti membra poetae (2009), Estación de invierno (2010), Faro negro: sol como poeta (2011), Silbo de mundo: crónica Aqp (2013), Disjecti membra poetae: trilogía poética (2014), Confesión (2021) y Barca & ciudad (2023).

1

He caído junto a los fósiles, caído
con el canto entre los gusanos y la vorágine de la tierra.

Presta en caída arrogante del delirio felino
que anestesia todo largo maullido sin dolor o alegría.

La historia me hizo licántropo y sarna, también torrentera;
hambre que pelea por lo putrefacto del poder y sus cofradías.

Aunque terca, como insecto que busca su muerte,
evito el beso de la traición, y la lascivia del mentir.

Aun así, nada me salva, ni el rezo de los padres,
ni las fechas tormentosas que repiten los maestros.

9

¡Oh, poema!, a lo lejos canta el búho,
delata su cacería, la inspiración o una maligna bendición.

¿Hay marcas?, o ayudante con la que cuente mi vida,
Propp y sus funciones: profetiza huesos y pellejos.

Resiliencia o esquizofrenia junto a los negros avisperos,
entre plegarias y retazos de palabras, ingresa la luz de la calzada.

13

¿Qué estética se persigue?, imágenes y mercado
inundan hasta el embargo de la casa.

En el patio, junto al pasto y ovejas furtivas, conspiro amor,
junto al fiambre, sin techo, junto a mi perro; soy horizonte.

En el río, descalza improviso pesca en agua mugre,
junto al nido de pájaros donde el gato despluma todo lo que se le antoja.

Dicha, es una moneda que lanzo con deseo a un pozo seco.
Trabajo, el fuelle roto que resopla al carbón rojo en la fragua.

A pie, sin mal humor, me voy, como todo aquello que tiene un fin;
cultivando delicadas semillas por todas las ciudades.

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Ethel Barja (Junín, 1988)

Ethel Barja Cuyutupa es poeta, Ph D por la Universidad de Brown, y licenciada en Literatura. Ha publicado Poesía e insurrección: La Revolución cubana en el imaginario latinoamericano (Iberoamericana Vervuert, 2023), Insomnio vocal, La muda (Juan Felipe Herrera International Latino Award 2024), Hope is Tanning on a Nudist Beach (Oversound Prize 2021/ Juan Felipe Herrera International Latino Award 2023).

insomnio

Te escribo, oreja de tiempo,
a ti te escribo,
piel temprana
cuando el filo de la luz es un extraño gesto.
En cada paso en la claridad una sombra me da la espalda
se desviste en silencio, como después de la llovizna
y su borde extiende el brazo, limpia mi frente.
A veces escalo las luces
hasta tu centro desierto
y bebo como un pez extraviado
en tu vientre estanque,
memoria líquida
donde mis agallas se reclinan.
A veces escalo las luces,
abrazo el centelleo más sólido,
densidad de tu torso dormido,
gravedad que me pronuncia.

Erguidos ante el viento.
El calor de mediodía nos da tregua.
Se muestra el tiempo como permutación absurda.
Detrás de cada rostro
ensayos de catalepsia.
Vuelvo a soplar tus huesos,
a caer de pie sobre tu pupila.
Te deslizas como grito ahogado.
Danza coral en el entramado de tu pecho,
destrucción lenta del macizo sueño,
del ensimismamiento detrás de las aceras,
de sus abismos encubiertos,
cenizas, fin de trayectoria.
Una palabra que se enfría y cae.
Desintegración de los nombres,
hacia las bocas descienden
hacia los ahuecados peldaños de piel.
La grieta en el sueño nos observa.
La asfixia de los brazos.
El sol camina adentro
trenza la noche.
Los pedazos de luz cercan las membranas.
Las palabras aprendidas retroceden.
Dibujo ese rostro.
Su figura incompleta abre los ojos.

Te ordeno, ausculto tu cráneo,
lavo con esmero la nostalgia,
la fijo en la red en pedazos.
Ausculto tu cráneo.
Nostalgia de escamas.
El contacto con las redes.
La circulación que se aleja.
Tu cráneo de barro al borde del templo.
En la danza del naufragio,
la belleza del yo tan lejos de sí.
El ojo que se espera delante de los espejos.
Desaparición y encuentro con el afuera.

Te guío con mis ojos ciegos
y tus miedos se repliegan.
A veces deben abandonarse las ventanas,
su marco apetitoso,
su intermedio cálido.
Abrazas la visión discontinua.
No es un paso en falso
reclinarse sobre un suelo movedizo
o despertar con el sobresalto en la frente.
Este suelo está vivo,
como tu sangre que avanza.
Te guío con mi ceguera en flor
para que abras esa sombra en tu pecho,
veas la garganta despejada de la noche,
y sobre el suelo encendido
eleves tus pasos a la danza;
porque más ojo entonces verás
la fuga de este territorio
como la fuga de la firmeza simulada,
la huida del mortal aburrimiento;
y seguirás mis cuencos desolados
hacia los inversos puntos cardinales.

Ellos se miran en los espejos
y se reparten el temor del reflejo en llamas,
abrazan el esqueleto
o solo la tibia de sus ausentes
para esconderse rosados y sedientos
y cocinan vegetales,
historias de arena.
A veces cuentan detrás de los muros
hasta cien, despacio y sin que nadie haga ruido
y coinciden en las sombras
rotos los espejos
aniquilada la luz.

Desciendo,
como todos los días,
contra mis rodillas,
me ausento.
Esta escucha en tu ronquido.
El penetrar sordo que alimenta,
La ruta clara hacia el humus,
hacia la contienda primigenia.
El insomnio del adentro.
La promesa del afuera.
Riesgo de los hilos incisivos
con sus bordes brillantes,
manjar de abejas dormidas.
Anunciados los peligros de la implosión
de los vuelos devorados sobre la fiebre deliciosa,
rozamos en la asfixia
el aire en abundancia
poblado de opacidad y cenizas.

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Carol Ángeles (1996 – 2023)

Carol Ángeles Pinillos publicó los poemarios colectivos “Hábitos de caza” (FCE, 2020) y “Palabras y trazos” (FCE, 2021). En 2023 dio a luz el poemario Instantes de vómito y ternura (Libre e Independiente & Ciudad Librera).

Cuando el alba de la muerte llegue

Cuando el alba de la muerte llegue
presentiré que me penetras en la salvaje
crepuscular
mientras mis ojos se inundan del líquido contraste negro
pienso no vale la pena llorar por un gigante que pisa fuerte
no vale la pena arrancarle los pétalos a los semblantes ricos en girasoles
los péptidos se pueden gangrenar
como los ojos incrustados por espigas de un campo de oro
no puedo con esto pero puedo contigo
abrí las cortinas desheredé
tus ganas de que no me vaya nunca
la itinerante verdad
mis pupilas sanas que se ensañan con tus faros de luz
el puerto decía Baudelaire
es un lugar en el que los viajeros hallan paz
tú no serás mi puerto pero a cambio, el mar
El mar siempre está empezando
nosotros las formas la dulce encarnación
sálvame aunque no puedas
incrústate en mí
sopla con delicadeza ese diente de león
y bésame para sentir la corriente azulada
que me regalas
mar embravecido besando mi lengua
144 000 leones fueron cazados pero los encontraron haciendo el amor

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Lima, Perú, 1968.
Es poeta y narrador; estudió Ciencias Administrativas y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Entre sus poemarios publicados se encuentran Luz de Limbo (2001), CieloEstrellado (2004), Parabellum (2008), tvpr (2014), Acróstico Deleuziano (2019) y Nada de este mundo (2020). Además, tiene dos novelas publicadas: Rito de Paso (2006) y Migraciones (2009). En el 2021 fue finalista del Premio Internacional de Poesía Copé, así como del Concurso Nacional de Poesía José Watanabe Varas, mismo que obtuvo en 2023.