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Último capítulo: Goodbye Nicaragua, de Peter Torbiörnsson. Yo acuso: memorias de un implicado

1 agosto, 2011

En una pequeña sala de Granada, Nicaragua, exhibieron el documental Último capítulo: goodbye Nicaragua, de Peter Torbiörnsson, evento que pasó desapercibido por la mayoría de nosotros. Después se trasmitieron fragmentos en el programa Esta Semana. A mis manos llegó por un amigo -pura casualidad-, una copia en DVD. El documental es polémico, revela situaciones de hace 25 años y cuestiona la dirigencia de aquel entonces. Pero más allá de su polémica es un documento humano, el testimonio de alguien que se sintió usado para perpetrar un crimen y que trata de reconciliarse con su culpa. No solo por su polémica, sino que por las cualidades cinematográficas que lo hicieron merecer el premio Giraldillo de oro a la mejor película documental europea, en el Festival de Sevilla, 2010, queremos traer a su atención este documental que no debería quedar en el olvido.


En un país donde la izquierda y la derecha se mecen en el mismo balancín resulta molesto que alguien desentierre los secretos; también inútil. Los antiguos jefes que con sus retóricas exaltadas nos llevaron a la guerra hoy duermen en la misma cama; ¿reconciliación? Pero las indulgencias no alcanzaron para todos y un inoportuno cineasta sueco, años después, hace una confesión que irrita a los premiados por el olvido.

PETER TORBIÖRNSSON ( Suecia1941), un reportero y documentalista ligado a Nicaragua desde los tiempos de la guerra contra el Somocismo y simpatizante del gobierno sandinista de los años ochenta, sintió la necesidad de sacar los esqueletos del clóset y hacer una confesión pública que al mismo tiempo es una acusación.

(Last Chapter: Goodbye Nicaragua – trailer from Goran Gester on Vimeo)

“…me siento culpable, por tonto, por dejarme utilizar, por no atreverme a decir la verdad…”*

En el documental, ÚLTIMO CAPÍTULO: Goodbye Nicaragua, (2010), Torbiörnsson trata de mirar tras telones y descubrir la verdad de lo ocurrido en el atentado conocido como La Penca (1984), en un lugar de la selva nicaragüense a orillas del Rio San Juan. El ex líder de la contra, Edén Pastora, había invitado a periodistas internacionales para una conferencia durante la cual estalló una bomba que dejó un saldo de seis personas muertas y veintiséis heridos.

Para nosotros, los que vivíamos aquí luchando por lo que creímos un ideal, este atentado había sido planificado, ejecutado y malogrado por la Central de Inteligencia Americana. Para otros, con la mirada más suspicaz, era obra de la dirigencia del Ministerio del Interior Sandinista. Para todos un suceso lamentable y un crimen contra la libertad de prensa ya que por primera vez en la historia se violenta el sagrado lugar donde se reúnen periodistas de diferentes ideologías y nacionalidades para escuchar una conferencia.

Veinticinco años después una de las víctimas y participante, Peter Torbiönsson, reúne el coraje para salir de un auto-obligado silencio y emprender un viaje al pasado que lo ayude a desentrañar los hechos y enfrentar las consecuencias.

“…se lo debía a las víctimas. Creo que mi película es el desencanto de una generación. La revolución sandinista representaba muchos sueños e ilusiones. En la película se cuenta la verdad…”

Torbiönsson nos narra a través del documental como los jefes de la Seguridad del Ministerio del Interior lo utilizaron para introducir en la conferencia a un agente que, bajo el disfraz de reportero danés, llevaba escondido los explosivos. Por momentos esta película es un intento, con todas las ventajas del periodismo investigativo, de descubrir una verdad que ya para todos resulta obvia; a veces nos muestra el peregrinar de este hombre cansado y solitario tratando de reconciliarse con el pasado, con sus colegas periodistas y, lo que resulta aún más difícil, consigo mismo.

A nosotros, teóricos y críticos de cine, no nos corresponde juzgar ni decidir de qué lado está la verdad, sino traer a la atención del público este testimonio audiovisual que además de ser polémico tiene meritos cinematográficos que lo hacen sobresalir y que es una de las pocas veces en que un cineasta se filma a si mismo, mostrando abiertamente su sufrimiento e incertidumbre.

Goodby Nicaragua es un documental bellamente fotografiado –con los ojos de quien no volverá a ver-, construido a través de una estructura que mezcla realidades con emociones, imágenes de archivo con cinema directo y montado con el mismo ritmo de la reflexión. Ciento dos minutos que nos mueven más a la compasión que a la indignación y nos obliga, como espectadores, a ser participes de esa lucha que todo ser emprende por sobreponerse a sí mismo.

“…he hecho más de veinte películas y todas tratan de la existencia, de cómo es vivir. Y he constatado que cuesta mucho mantener el amor, mantenerse vivo espiritual, moral y éticamente…” *


Último Capítulo: Goodbye Nicaragua
Sinopsis

El 30 de mayo de 1984 estallaba una bomba en mitad de una conferencia de prensa convocada por el líder de La Contra nicaragüense, Edén Pastora, en un lugar fronterizo de la selva entre Nicaragua y Costa Rica. Era la primera vez en la historia del siglo pasado que una conferencia de prensa sufría un ataque terrorista rompiendo el tabú de respeto a un marco intocable de diálogo. Sucedió en La Penca, a orillas del río San Juan, allí habían llegado remontando el río en cayucos una quincena de periodistas internacionales para asistir a la conferencia en la que Pastora, supuestamente iba a desmarcarse de su filiación americana en la lucha contra los sandinistas. Siete personas, tres de ellos periodistas, murieron en el atentado y otras veinti­dós resultaron gravemente heridas.

Se barajaron distintas hipótesis sobre quién, cómo y porqué fue detonada aquella bomba: ¿La derecha o la izquierda?, ¿la CIA o los revolucionarios sandinistas?, ¿un agente doble, intereses cruzados?. La verdad nunca fue esclarecida y nadie fue condenado. Uno de aquellos periodistas heridos sabía algo más que los demás pero permaneció en silencio todos estos años, por vergüenza, por miedo, por el sentido de culpa que le ha acompañado después de aquel hecho que le marcó de por vida. El director Peter Törbiornsson, en aquel entonces corresponsal de la radio y televisión sueca y simpatizante de la causa sandinista, había aceptado como compañero de viaje unas semanas antes, a petición de un cargo sandinista, a un supuesto fotógrafo danés: Per Anker Hansen, espía sandinista y el terrorista que activó la bomba.

Durante muchos años no podía aceptar que sus amigos, los sandinistas, le habían utilizado para cometer una masacre entre sus colegas y habían querido matarle. Estuvo buscando otra explicación posible, otros culpables, pero no los encontró. Su ética como persona y periodista le dice que tiene que buscar la verdad oculta allí donde va… pero él desde ese estatus de periodista ayudó al hombre que puso la bomba y se siente culpable por silenciarla en una situación en la que está directamente implicado.

Ahora, veinticinco años después, inicia el viaje de vuelta en busca de los cerebros del poder que estaban detrás de este acto terrorista y finalmente habrá de enfrentarse a la dolorosa verdad de la que ha estado huyendo. Una película sobre cómo se mira cuando perdemos la inocencia, sobre la culpa, la redención y el perdón. Un viaje en el tiempo donde aparecen las luces y sombras de las revoluciones del siglo pasado en Latinoamérica que marcaron a toda una generación.

Galería de fotos
Atentado en La Penca, 1984

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Estudia humanidades en la Universidad Centro Americana (UCA), Managua, y arquitectura en The Catholic University of America, Washington D.C.

Publica cuentos y poemas en suplementos literarios desde 1970. En la insurrección (1978-79) es integrante de la Brigada Cinematográfica que recoge, en cine y fotografía, la guerra contra Somoza.

Durante los 80’s es cofundador y director del Instituto Nicaragüense de Cine (INCINE), y miembro fundador de la Fundación del Nuevo Cine Latino Americano. Realiza documentales y películas de ficción que obtienen reconocimientos en festivales internacionales.

Ha publicado un libro de cuentos, Nadie de Importancia(1984), y su primera novela, Así en la tierra, es finalista del premio Ateneo de Sevilla 2007.

Es editor de Cine de Carátula.